La nueva sociedad exige de la educación cambios sustanciales que guíen a insertarnos en el mundo del desarrollo de la ciencia y la tecnología, con la finalidad de satisfacer las necesidades sociales.
El modelo educativo basado en competencias tiene origen político por que toma en cuenta los enfoques y concepciones del grupo G8, La Globalización , el Neoliberalismo y la Banca Internacional. Considera también el contexto social donde el ser humano operativiza sus conocimientos y habilidades que le facilitan el vivir en sociedad .
Se fundamenta en la Psicología Genética y los estadios de desarrollo intelectual; la Psicología Constructivista donde el estudiante es el descubridor de su propio conocimiento; las teorías cognitivistas del aprendizaje que considera los procesos del pensar como elementos básicos del aprendizaje, constituyéndose en una alternativa humanista que permite rescatar los valores del hombre como persona y como ser social.
El currículo por competencias es una perspectiva integradora que vincula los aprendizajes conceptuales, procedimentales y actitudinales reflejados en los pilares básicos : aprender a ser, aprender a hacer aprender a aprender y aprender a convivir; mismos que contribuyen a una mejor preparación; haciendo posible que el hombre pueda desempeñarse productivamente en los diferentes contextos; enfrentando y resolviendo problemas que se manifiesten de manera exitosa. Cumpliendo de está forma con los objetivos y fines del diseño curricular y como respuesta a los requerimientos de la sociedad actual.
La formación por competencias debe dar énfasis a la investigación acción en la que maestros y estudiantes desarrollen estrategias cognitivas , cognoscitivas y meta cognitivas a la vez que se debe destacar las actitudes reflexivas, críticas y creativas; donde juegue papel importante la metodología Interdisciplinar, que con nuevas formas de trabajo , flexibilidad mental y preparación constante permita la formulación de propuestas que conlleve a la solución crítica de los problemas.
CONCLUSIÓN.
Corresponde a los actores reorientar su quehacer educativo basado en el perfil por competencias; en este reto el docente es el factor clave para alcanzar estos, y otros propósitos, donde el dominio de objetivos, contenidos, metodología de la enseñanza aprendizaje, así como la convicción profesional y humana que posea, son premisas insustituibles para alcanzar las metas planteadas.
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