Había una mujer soltera que andaba pastando borregos acompañado de dos perritas que se llamaban margarita y azucena. Ella era una señorita que andaba buscando matrimonio, esta mujer siempre andaba pastando borregos. Un día asomó un hombre muy guapo. Al asomar el hombre, la mujer enseguida había dicho ahora si con este me caso. El hombre salió vestido de pantalón blanco poncho negro, bufanda blanca y con un rondador acompañó la mujer a pastorear el resto del día, el siguiente y también el siguiente día, o sea pastorearon juntos los tres días. Entonces el tercer día se pusieron a revisar la cabeza de parte a parte, y en rato menos pensado el hombre salió volando cargado a la mujer dizque a ido llevando a una cueva. La mujer llamaba a Margarita y Azucena diciendo por aquí me voy y las perritas llegaron ladrando cruzando el filo de la peña y la muchacha les a dicho a los perros que les avisen a sus padres, les lleven el Wango de pushcana, sigse y a todos los borregos y así los perros cumplieron con el pedido de su dueña. Cuando los perros llegaron a la casa llevando todo, la mamá de la muchacha les preguntó donde quedó mi hija, y los perros miraron al cielo y aullaron. A día siguiente fueron los padres haciendo adelantar a los perritos y estos les mostraron la peña y lo padres llegaron con una beta y sacaron a la hija. Al llegar a la casa a la chica les crecieron plumas donde le picó el cóndor. Al ver eso los padres les pusieron cerrando en un tinaco. Pero el cóndor volvió entró a la casa haciendo un hueco y sacó a la mujer y no volvió jamás.
El ave cóndor que viven en las peñas, (rocas) en actual está en peligro de extinción, por lo tanto debemos conservar los 200 aves que existe en su totalidad.
Rescatemos nuestras historias.
Elaborado: Milton Corrales.
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