Caminando por las vías que conducen a las comunidades donde se encuentras los centros educativos en la cual se forman NNA más vulnerables, nos tropezamos con dificultades que para muchas personas especialmente autoridades encargadas de velar por el desarrollo de los pueblos; quienes habitan en él en su momento le respaldaron con su voto, se encuentran dificultades en su trayecto, al salir de la ciudad (Latacunga), todo parece normal, una carretera asfaltada en buenas condiciones, se surte de algún alimento, agua o bebida, pasan 30 minutos y el cómodo camino asfaltado se convierte en un estrecho carretero empedrado, tras 20 minutos de saltos que ocasiona la piedra en el vehículo, cambia la brillosa piedra por un polvoriento camino de tierra, que cuando es verano levanta nubes de polvo y cuando llueve se convierte en un pantano en la cual parece recordar las pistas de 4 x 4 que a veces ni un vehículo de éstas características logra superar las dificultades del transporte.
También en las personas se nota el cambio: en la ciudad, la mayoría de vestidas formal o informalmente, tras caminar por una hora se cambia los zapatos de cuero por unas botas, la chompa por un poncho y la gorra por un sombrero, y de igual forma; la cocina cómoda y lujosa en muchos casos se cambia por unas dos varillas que sirven de soporte para grandes y pesadas ollas en la cual se cocina los alimentos para 178 niños y niñas de las escuela Policarpa Salavarrieta de la comunidad de Juigua-Yacubamba, el gas se cambia por trozos de leña y las ollas de un color plata cambian por el color negro del humo que proporciona la leña.
Pero al final, ver la alegría de los niños, la satisfacción de poder llegar a lugares de difícil acceso compensa el trabajo dificultoso y persistente de quienes nos dedicamos a la obra social. Ojalá cada día hubiera más personas comprometidas y lo más importante que las autoridades de turno se preocupen por estas personas, que en su mundo son felices sin tener a veces ni la más minia idea de los problemas que en una gran ciudad se tiene.
Redacción: Rodrigo Agama
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