La tecnología transformó la manera tradicional de trabajar. Estas tendencias hacen imprescindible la competencia profesional para retener el trabajo actual o encontrar uno nuevo. Estas destrezas y actitudes ayudarán a prosperar en el cualquier entorno laboral.
Optimismo: Los patronos buscan integrar personas optimistas que visualizan los retos como oportunidades. Las personas con esta característica trabajan de manera eficiente en momentos difíciles o de presión.
Ética en el trabajo: Las organizaciones buscan formar un equipo de trabajo compuesto por personas con un alto sentido de ética. Características como responsabilidad y puntualidad son el reflejo de esta competencia y del compromiso del empleado con la compañía.
Relaciones Interpersonales: En la actualidad, es común que en una compañía coexistan y laboren tres generaciones juntas. Por tal razón, la capacidad para manejar la diversidad y de comunicarse efectivamente con colegas y clientes es de suma importancia. Un empleado con excelentes destrezas de relaciones interpersonales trata a todos sus compañeros con respeto y trabaja de manera efectiva en equipo.
Destrezas tecnológicas: El empleado del siglo XXI tiene que conocer cuáles son las tendencias tecnológicas, aprender a manejarlas y aplicarlas a su ámbito laboral.
Desarrollo y aprendizaje continuo: Los patronos quieren tener empleados que quieran aprender. Estas personas se mantienen al día con lo nuevo en su ámbito profesional al mantenerse informado, matricularse en cursos cortos, u obtener certificaciones.
Versatilidad: Además de conocer tu rol a perfección, anímate a aprender sobre las otras áreas de las compañías aunque no estén relacionados con tu profesión. Esto te permitirá tener una visión más amplia de tu propio trabajo y además te permitirá tener una comunicación y colaboración efectiva con los empleados de los otros departamentos. El empleado ideal para un patrono es aquel que pueda hacer un poco de todo, pues cumple con su expectativa de hacer más con menos.
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